Distorsiones que generan las diferencias de cambio en el análisis de los estados contables

Históricamente, y en todos los países del mundo, las cambios que se generan periódicamente en las cotizaciones de las monedas extranjeras sobre la moneda local de cada país, han sido fuente de importantes distorsiones financieras, contables, comerciales e impositivas.

 

Paraguay es un país que debido a razones económicas se encuentra fuertemente intercomunicado con el resto del mundo debido a la realización de transacciones de compra - venta de bienes y servicios, y por el peso que tienen las inversiones y su financiamiento expresados en moneda extranjera, que en la mayoría de los casos es el dólar estadounidense.

 

Inclusive, existen muchas empresas que operan de forma exclusiva en dólares, y sus propietarios analizan la inversión y los resultados de su empresa considerando esa moneda, lo cual resulta absolutamente lógico porque la medición de los resultados y la gestión de una entidad debe realizarse en la moneda en la cual se efectuó la inversión que es la moneda del ambiente económico principal donde ella opera.  Esta situación se produce en varias ramas de negocios en Paraguay, destacándose principalmente la producción agrícola, la agroindustria, las empresas distribuidoras de productos importados, exportadoras, las empresas que realizan transportes internacionales, industrias que proveen bienes y servicios a los sectores antes mencionados, representantes de automóviles, las distribuidoras de hardware y software, y varias empresas de servicios con operaciones a nivel internacional.

 

Las empresas paraguayas deben mantener su contabilidad en Guaraníes, que es la moneda de curso legal en nuestro país, por lo cual las variaciones en los tipos de cambio generan cambios en los saldos de activo y pasivo en moneda extranjera (saldos de caja, cuentas bancarias, cuentas comerciales a cobrar y a pagar, deudas financieras, préstamos) y la contrapartida de esas variaciones impactan en los resultados del período, y por tanto en el patrimonio neto de las empresas.

 

Es decir que a pesar de que una empresa opere fundamentalmente en dólares, y el rendimiento de la inversión para sus propietarios se mida en esa moneda, la información contable expresada en moneda local genera diferencias de cambio en guaraníes que resultan irrelevantes y poco trascendentes para quien evalúa la inversión. En efecto, y para verlo con un ejemplo, una empresa agrícola del sector sojero puede generar ventas y flujos de caja en moneda extranjera que le permiten pagar sus deudas comerciales y financieras en la misma moneda en la cual vende y cobra, amortiguando así los efectos de riesgo de tipo de cambio. Sin embargo, sus estados contables en guaraníes podrían llegar a expresar una pérdida o una ganancia sobre su pasivo en moneda extranjera en caso que se produzca un aumento o una disminución respectivamente en la cotización del dólar, y ese resultado es irreal desde el punto de vista de la perspectiva del empresario que administra y controla su negocio en la moneda que invirtió, el dólar.

 

En ese tipo de empresas, a la moneda extranjera, que normalmente es el dólar se le denomina moneda funcional, término sobre el cual nos extenderemos más adelante.

 

Este problema no solamente afecta a la forma en la cual se mide la gestión del negocio por parte de sus propietarios, sino que se replica en cualquier otro tipo de análisis que pueda llegar a hacer un acreedor financiero, un banco que evalúa la concesión de un préstamo, un potencial inversionista, el ente regulador, el Fisco, etc.

 

Parece claro entonces que esta práctica contable no tiende a generar información útil y relevante para la toma de decisiones por parte de los usuarios de la información que surge de los estados contables de ese tipo de empresas.

 

 

¿Cómo es afrontada esa situación por las normas contables y legales vigentes en el país?

 

La situación antes señalada se presenta, principalmente porque la normativa legal vigente exige a las empresas en Paraguay la presentación de sus estados contables en guaraníes, y no en su moneda funcional. No obstante, es importante mencionar que ciertos entes regulatorios están comenzando a aceptar la aplicación de las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF’s), las que específicamente incorporan la Norma Internacional de Contabilidad NIC 21- "Efectos de las variaciones en las tasas de cambio de la moneda extranjera", que tiene como objetivo principal prescribir cómo se incorporan en los estados contables de una entidad, las transacciones en moneda extranjera, y cómo traducir posteriormente los estados contables desde su moneda funcional a la moneda de presentación elegida. Es decir, y volviendo a nuestro ejemplo anterior, la NIC 21, que es una Norma contable que aún no se aplica de manera generalizada en Paraguay, ataca la problemática generada por la existencia de ganancias y pérdidas por diferencias de cambio que son irrelevantes para los propietarios de la empresa y terceros interesados en la misma, y que distorsionan el análisis contable y financiero de una gran cantidad de entidades, como aquellas vinculadas a la cadena de agro negocios en Paraguay.  

 

La NIC 21 es la que introduce un concepto de gran relevancia a nivel de las Normas Internacionales de Información Financiera: la moneda funcional.

 

 

La Moneda funcional es la moneda del entorno económico principal en la que opera una empresa. Es la moneda que influye principalmente en sus precios y costos de venta, cómo son pagadas y cobradas sus operaciones, y en qué moneda son financiadas estas operaciones. Así por ejemplo, si una empresa realiza sus importaciones de materia prima, las convierte en productos terminados utilizando mano de obra y materiales pagados en dólares, y además se financia con préstamos bancarios concedidos en dólares, la Administración de la empresa podría concluir que su moneda funcional es el dólar.

 

La Moneda extranjera es cualquier otra moneda distinta a la moneda funcional. En el ejemplo anterior, mencionamos que la moneda funcional sería el dólar, por lo tanto, el guaraní, el real, el peso argentino, el euro y cualquier otra moneda diferente al dólar, serían monedas extranjeras. La NIC 21 postula que en el estado de resultados de las empresas solamente se debe reconocer la diferencia de cambio originada por sus monedas extranjeras, por lo tanto, en una empresa sojera paraguaya que aplique la NIC 21, el estado de resultados solamente debería incluir la diferencia de cambio originada por los saldos monetarios mantenidos en guaraníes pero no así por los saldos mantenidos en el dólar por ser esta divisa, su moneda funcional.

 

La Moneda de presentación es la moneda en la que se presentan los estados contables. Una empresa puede presentar sus estados contables en su moneda funcional, como así también en otras monedas, según lo establezcan las exigencias que podría tener ya sea ante organismos regulatorios, la Abogacía del Tesoro, el Fisco, eventualmente algunas entidades financieras o su propia Casa Matriz en el exterior. En el ejemplo que exponíamos, la empresa mantiene su contabilidad en su moneda funcional (dólar) pero por exigencias regulatorias, societarias o fiscales, debe presentar sus estados contables en guaraníes, por lo que debería efectuar un proceso de traducción de sus estados contables pasando de la moneda funcional dólar a la moneda de presentación guaraní, mediante la aplicación de la NIC 21 anteriormente mencionada. Como se puede observar, la aplicación de la NIC 21 que es una norma contable de amplia aceptación internacional, evita que se produzcan distorsiones en el reconocimiento de resultados de empresas paraguayas cuya moneda funcional es el dólar.

 

 

Exponemos algunas opciones que tienen las empresas para minimizar el impacto contable y financiero de las diferencias de cambio:

 

1.      Operaciones de compra y venta de divisas a futuro (forward de divisas): Es un instrumento financiero que ofrecen algunas entidades financieras locales especialmente para aquellas empresas que importan en moneda extranjera y venden en moneda local, o bien que tienen costos en moneda local, y exportan en dólares. Son empresas que presentan "descalces" de flujos de caja en sus monedas, ya que generan flujos en una moneda y usan flujos de caja en otra. En este tipo de empresas se generan importantes posiciones en moneda extranjera, y esto las expone efectivamente a las variaciones en el tipo de cambio. Así por ejemplo, una empresa cuya principal materia prima es importada y se adquiere en dólares tiene el riesgo de que al momento de pagar la deuda comercial a su proveedor del exterior se produzca un aumento en el tipo de cambio que no pueda trasladarlo efectivamente a los precios de venta en guaraníes en el mercado local. Este tipo de operaciones de forward consiste en intercambiar en una fecha futura un importe determinado de una moneda (dólar) a cambio de otra (guaraníes) a un tipo de cambio futuro previamente acordado lo cual minimiza los riesgos de variación en el tipo de cambio y deja de lado la especulación financiera en ese tipo de transacciones. Se denominan también operaciones de cobertura financiera o "hedge". Al contratarse este tipo de forwards de moneda, la empresa obtendrá un resultado por diferencia de cambio contrario a los que se generen sobre su posición en moneda extranjera, compensándose contablemente el eventual efecto de las diferencias de cambio en los resultados de las empresas.

 

2.      Emisión de estados contables en moneda funcional: Esta solución es fundamentalmente aplicable a empresas que no necesariamente tengan descalces de moneda como los mencionados en el punto 1 anterior, sino que sustancialmente todas sus transacciones de compras, ventas y flujos financieros, se den en moneda extranjera. Como señalamos anteriormente, en caso que una empresa emita sus estados contables en su moneda funcional, los efectos de las diferencias de cambio en los resultados se eliminan.

 

3.      Emisión de estados contables en moneda de presentación: Actualmente la necesidad de emisión de estados contables en guaraníes, principalmente para el Fisco, la Abogacía del Tesoro, o entidades financieras en Paraguay, requiere que la empresa evalúe opciones válidas para minimizar los efectos de las diferencias de cambio en sus resultados. En este sentido, una opción conveniente para empresas que operan de manera preponderante en el ambiente del dólar, es no solo convertir sus estados contables a su moneda funcional, sino que después de llegar a esa información, realizar el proceso de traducción de sus estados contables expresados en su moneda funcional (dólar u otra moneda distinta al guaraní) a la moneda de presentación (guaraní).

 

 

El proceso de traducción de los estados contables en moneda funcional a la moneda de presentación requiere también la aplicación de la NIC 21, siguiendo los siguientes pasos básicos:

 

a)      Todos los saldos del activo y pasivo se convertirán a la tasa de cambio de cierre en la fecha del estado de situación financiera.

b)      Los ingresos y gastos se convertirán a las tasas de cambio de la fecha de las transacciones. En los casos que no se pueda identificar la fecha de la  transacción, se podría utilizar una tasa de cambio promedio mensual.

c)      Los saldos de las cuentas patrimoniales se mantienen a sus valores históricos.

d)      Las diferencias de cambio resultantes de la conversión se reconocerán en una cuenta patrimonial separada que se contempla en la Normas Internacional de Contabilidad Nro 1, denominada Otro resultado integral. Estos resultados no pasan por el resultado del ejercicio.

 

Para la aplicación de este proceso, es clave que las empresas definan adecuadamente cuál es su moneda funcional, aplicando la NIC 21. Siguiendo este esquema, las empresas evitarían el reconocimiento de las diferencias de cambio que generan sus operaciones en los resultados del ejercicio de la empresa, por lo que podrán mejorar notoriamente la calidad de la información emitida y del análisis financiero que se haga de la misma, evitando que se tomen decisiones de inversión y financiamiento inadecuadas.

 

Amaral & Asociados está en condiciones de asistir técnicamente a nuestros clientes en los procesos de aplicación de la Norma Internacional de Contabilidad Nro 21, y de asesorarlos en la elaboración de informes especiales basados en esta norma dirigidos a entidades financieras acreedoras, inversores u otros terceros interesados.  

 

 

Declaramos que este material tiene un fin meramente educativo y no constituye opinión ni asesoramiento profesional con respecto a los temas en él incluidos. Las consultas específicas deberán ser respondidas por su profesional de preferencia.

 

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Carlos Amaral

Socio

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Gerente Senior del Departamento de Auditoría

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